💌 De esas amistades que no traen incienso… pero sí milagros
No traías túnica, ni hablabas en parábolas.
Tampoco llegaste con incienso, ni palabras de manual de autoayuda.
Llegaste con algo más raro: la verdad sin adornos,
la mirada que atraviesa excusas
y un gesto tan sencillo que parecía nada,
pero resultó ser todo.
— ¿Y tú por qué no escribes?
— Si ya lo estás haciendo, pero sin lápiz.
Y claro… ahí empezó el desorden bonito.
La revuelta de letras dormidas.
El eco de mi voz que estaba muda, pero no rota.
Lo que tú llamaste «una simple observación»
fue, para mí, como abrir una ventana
después de mucho tiempo encerrada en mí misma.
No me diste empujones envueltos en flores.
Me diste un codazo suave, con amor y una ceja levantada,
como quien dice:
«Dale pues, no te hagas la loca. Ya es hora.»
Y esa frase fue mi llave.
Mi pasaporte.
Mi primer “sí” hacia mí misma.
Porque hay personas que te empujan desde el ego,
y otras que te impulsan desde el alma.
Tú lo hiciste con la segunda opción,
y eso no se olvida.
🌱 Poema para ti
No traías capa ni cruz,
pero cruzaste mi duda con valentía.
Fuiste faro sin hacer ruido,
compás en la tormenta fría.
No me salvaste,
me mostraste la orilla.
Y eso, amigo,
es más milagro que misa.
Gracias por ser de esas amistades
que no brillan en vitrinas,
pero sí en días grises.
Que no traen incienso,
pero sí milagros:
de los que no se ven,
pero se sienten.
Gracias por usar la honestidad como brújula
y el cariño como mapa.
Por reírte de mis miedos sin burlarte,
y por ver en mí
algo que yo aún no sabía nombrar.
Tú no creíste “en mí” como dicen las frases de taza.
Tú leíste entre líneas,
me tradujiste el alma.
Y eso vale más que mil discursos en cursiva
sobre fondo rosado.
Esta carta no es un altar.
Es una sonrisa escrita.
Una manera de decirte
que si hoy escribo,
es porque tú tuviste el coraje de empujarme
sin empujarme.
Algunas personas te dejan huellas.
Otras —como tú—
te abren caminos
sin darse cuenta.
Gracias, Luis,
por ser la chispa que encendió el fuego
de esta voz que hoy ya no se guarda.
Con letras que ahora se atreven,
y una gratitud que no cabe en un sobre,
Ninoska ✍🏼💛